Caminar, respirar aire puro, salir de lo rutinario y disfrutar de nuevas aventuras son de las actividades que mayor bienestar generan. También ayuda la contemplación de espacios naturales y paisajes.
Sabiendo
esto y luego de consultar con mi médico, desde hace unos ocho meses estoy haciendo
senderismo de baja y mediana intensidad; me ayuda a manejar las molestias de la Neuropatía. Por lo general, recorro rutas de no
más de tres horas de trayecto. Me gustan las que tienen cascadas o ríos, tanto
como las que van por los bosques donde hay cientos de historias que nos comparten los guías y
facilitadores turísticos.
Por la
cercanía, vivo en el centro norte de Quito, soy un asiduo visitante de
Lloa, la parroquia rural más grande de Quito. Apenas, 40
minutos me hago de mi hogar hasta ese hermoso pueblito andino, asentado en las
faldas del Guagua Pichincha.
Entre las ventajas que me ofrece la planicie en lo alto están sus senderos y complejos turísticos;
aguas termales -que si bien son frías- caen bien después de las caminatas; paisajes
y atardeceres de película, además de servicios turísticos como pesca
deportiva, cabalgatas o paseos en chiva; y una buena y amplia oferta
gastronómica, que se adapta a todo presupuesto y gusto.
Es que
después de caminar y darse un buen baño de bosque, nada mejor que comer rico y elaborado
por cocineros y chefs de primera.
Así que ya sabes, si también te recetaron relajarte y disminuir los niveles de estrés, Lloa es un buen lugar para hacerlo.
Para más información sobre las caminatas y reservas para las actividades al aire libre, escríbenos al 099 933 3146
Comentarios
Publicar un comentario